Para el control de calidad, la comprobación de piezas con un detector de fallas puede ser determinante. A diario estamos en contacto con materiales, por ejemplo, en el coche, tren o avión. Es importante que cualquier materialsea comprobado antes con un detector de fallas para que se pueda garantizar siempre la seguridad. Materiales porosos, frágiles o con grietas pueden ser comprobados mediante una técnica analógica o digital.
Nuestro detector de fallas sirve para la comprobación no destructiva y se usa sobre todo en la industria metalúrgica, la industria química, la comprobación de componentes en la construcción de recipientes a presión, el tráfico ferroviario o la industria aérea o espacial. Un problema típico es la corrosión. Puede suceder que en tuberías no verificadas, aunque sean completamente nuevas, y que han sido colocadas es instaladas correctamente, y donde los materiales corresponden a las últimas normativas, posteriormente tengan alguna falla. Prácticamente cualquier material usado en tuberías está expuesto a la corrosión.
En algunos sectores es muy difícil o imposible acceder a ciertas zonas para realizar trabajos de mantenimiento y control, debido al tipo de construcción de la pieza. Un detector de fallas puede detectar deficiencias de forma no destructiva gracias a los ultrasonidos producidos de forma electromagnética (EMUS). Los métodos de inspección convencionales requieren mucho esfuerzo, pues es necesario realizar un desmontaje de la pieza.
El detector de fallas permite detectar y analizar en poco tiempo defectos como rechupes, inclusiones, corrosiones o fisuras, lo que permite obtener una visión general del estado del material controlado. Con este método puede comprobar juntas soldadas, medir el espesor o localizar defectos en el material.