Detector de fugas

Las fugas son siempre una fuente de problemas y algo que se desea evitar a toda costa. El alcance de los daños varía según donde se produzcan. Las instalaciones industriales suelen ser construcciones grandes y complejas que, cuando funcionan correctamente, garantizan una alta productividad. El uso de aire comprimido o gases es algo muy común en muchos campos industriales. Las instalaciones de aire comprimido y gases contribuyen en buena medida a los procesos de producción y a la generación de energía. Muchas máquinas y procesos funcionan mediante el uso de aire comprimido. Le detección de una fuga en instalaciones neumáticas tiene una alta prioridad, pues una pérdida de aire comprimido o de gas causada por una fuga indeseada entorpece todo el proceso y conlleva una pérdida de energía.

El mantenimiento y el control regular de las instalaciones neumáticas es muy importante. Los gastos de mantenimiento no tienen ni punto de comparación con los gastos de reparación causados por problemas o peor aún, los gastos generados por la parada de una instalación. No hay que olvidar que la búsqueda de un daño o fallo cuesta tiempo y dinero. Las fugas, sin importar su tamaño, indican siempre que hay un problema. Si se ignora la grieta o la perforación con el tiempo los problemas se sumarán. Otro aspecto preocupante es que, no solo puede haber una parada de la instalación, sino que el aire comprimido o gases pueden esparcirse en el ambiente, o que penetren partículas en la instalación que no son visibles al ojo humano.

Sin importar cuál sea la causa del problema, óxido, grietas, desgaste, vibraciones extremas o un mantenimiento incorrecto, el resultado suele ser siempre como poco un daño en la instalación o una parada. Con frecuencia el ruido causado por una fuga de gas no es perceptible al oído humano, y cuando se trabaja en un ambiente con mucho ruido, como suele ser el caso en la industria, es aún más difícil de localizar el ruido. A diferencia de una fuga de agua o aceite, cuando se produce una fuga de gas esta no es visible. La única solución viable es controlar periódicamente y a fondo la instalación con dispositivos como puede ser el detector de fuga de gases, medidores por ultrasonido y caudalímetros.

Las instalaciones de aire comprimido y gases se componen muchas veces de partes que con el uso de herramientas convencionales se accede con mucha dificultad, o incluso no es posible acceder. Un detector de fugas de gases le ofrece al operador la posibilidad de “acceder” a tales puntos. Una ventaja del ultrasonido es que tiene un buen “oído”; es decir, que detecta el ruido no perceptible al ser humano, incluso con hay mucho ruido en el ambiente. Esto permite al técnico que está equipado con un detector de fugas por ultrasonido, evitar que una instalación se pare, ya que en poco tiempo habrá localizado la fuga.