Un detector de metales es un dispositivo que utiliza campos electromagnéticos para detectar objetos metálicos u otros materiales en el suelo. El detector de metales consta de una bobina que genera un campo magnético y un procesador de señales que analiza las ondas electromagnéticas reflejadas por los objetos metálicos. El detector de metales se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde la arqueología y la industria de la seguridad hasta la búsqueda de tesoros. En el campo de la arqueología, el detector de metales se utiliza para encontrar artefactos ocultos sin tener que excavar el suelo.
En el sector de la seguridad, el detector de metales se utiliza para comprobar la presencia de metales peligrosos en aeropuertos o eventos. El detector de metales también es indispensable en la búsqueda de minas terrestres o artefactos explosivos sin detonar. También se utiliza mucho en la industria para identificar tuberías dañadas o piezas metálicas no deseadas en los productos. Gracias a la tecnología moderna, un detector de metales es muy preciso y permite encontrar incluso los elementos metálicos más pequeños.