El termómetro infrarrojo es la herramienta ideal para realizar trabajos de mantenimiento y servicio. Este termometro infrarrojo es apta para trabajar en ambientes adversos e ideal para electricistas, cerrajeros y en especial el personal de mantenimiento, que usa este dispositivo en la búsqueda y prevención de daños en instalaciones eléctricas, aparatos electromecánicos, máquinas usadas en procesos de producción y sistemas de calefacción, ventilación y climatización. El usuario puede usar el termómetro infrarrojo de alta resolución para el mantenimiento preventivo y para la detección de averías o fallos en máquinas e instalaciones. Gracias a este dispositivo, el mantenimiento preventivo se convierte en un trabajo más sencillo. La parte central de la termometro infrarrojo es un microbolómetro no refrigerado con una resolución de 160 x 120 píxeles.
El termómetro infrarrojo tiene un diseño ergonómico para el uso con una sola mano. Su peso ínfimo de 389 g es ideal para inspeccionar máquinas e instalaciones. En el mantenimiento operativo se usa este termometro infrarrojo para controlar cojinetes, rodamientos, intercambiadores de calor, separadores de vapor, o para el control de instalaciones eléctricas (véase la tabla en la parte inferior para ver más ámbitos de uso). El termómetro infrarrojo ofrece una precisión máxima de ±2 ºC o ±2 % con una sensibilidad inferior a 0,1 ºC, y todo ello en un rango de temperatura entre -20 y +300 ºC. La pantalla del termometro infrarrojo ofrece la posibilidad de visualizar de forma automática el punto más caliente y más frío en la imagen térmica. Los LED integrados permiten localizar mejor las fuentes de averías en lugares oscuros. Gracias a las funciones potentes integradas en el termómetro infrarrojo podrá detectar rápidamente las irregularidades en máquinas y tomar las medidas necesarias in situ para prevenir daños. Puede transferir las imágenes térmicas almacenadas a su ordenador a través de un cable de conexión.