Copa de viscosidad

Especialmente en los laboratorios, se ven a menudo dispositivos de investigación muy complicados y que a su vez son requeridos para diversas series de pruebas. La copa de viscosidad es exactamente todo lo contrario y muy poco habitual en las actividades de laboratorio. A pesar de ello, es utilizada cuando se trata de la viscosidad de las pinturas y los barnices. Una copa de viscosidad se compone de un cilindro hueco que termina en una boquilla que está instalada de forma permanente. Es una técnica antigua pero todavía es un método efectivo de medida, que por una parte proporciona resultados rentables pero que por otra parte se pueden producir diferentes puntos fallidos, como por ejemplo en el cronometrado manual o en la temperatura de la sustancia a medir, etc. Existen copas de viscosidad que difieren unas de otras en cuanto a volumen de llenado, material, forma, norma, diámetro y longitud. Sin embargo, las copas de viscosidad sólo son adecuadas para líquidos de baja viscosidad, ya que éstos siempre pueden fluir. Sustancias altamente viscosas tales como pastas o cremas no fluyen a menos que se calienten o se enriquezcan con aditivos. Las copas de viscosidad se pueden llenar de líquidos a medir hasta llegar a un cierto volumen, al mismo tiempo la boquilla se ha de mantener cerrada. Una vez que se abre la boquilla, el usuario comienza a medir con la ayuda de un cronómetro. El tiempo se detiene de inmediato cuando el flujo se para. Para muchas aplicaciones, la necesidad de especificar la viscosidad absoluta no es relevante, en la mayoría de los casos, el tiempo de parada del flujo medido en pinturas y barnices es suficiente para llevar a cabo una clasificación relativa.Con el fin de mantener los errores al mínimo, se puede optar por solicitar un soporte adecuado, un instrumento opto-electrónico para la detección precisa de tiempo de parada del flujo o para el control de la temperatura para determinar la temperatura exacta.