En la tecnología de la medición, un espectrofotómetro es un instrumento versátil con el que se pueden hacer mediciones en distintas áreas del análisis del color.
Las distintas longitudes de onda de la luz forman un espectro, las cuales se nos muestran como colores del espectro. Todo lo que se percibe por el ojo humano abarca el rango de ondas desde 400 hasta 700 nm y se denomina espectro visible. Sin embargo, el espectro de luz completo es mucho más amplio y no podemos percibirlo. En este caso se habla de espectro UV.
A diferencia del densitómetro, que mide la reflexión de un color, para poder analizar la capa de la intensidad del color es relevante la medición con un espectrofotómetro para el área iluminada completa. Todo el área se visualiza en el rango de colores desde infrarrojo hasta ultravioleta. Los aparatos de prueba pueden evaluar mejor los valores de remisión y se pueden calcular aberraciones cromáticas eventuales entre dos puntos. Los colores del espectro se reconocen y procesan en un área determinada por el sensor de una fotocélula.
En qué se distingue la calidad del área que hay que registrar. Cuanto mayor sea el área que se reconoce por el sensor de la fotocélula, mejor será el instrumento. Un espectrofotómetro está formado, principalmente, por una fuente de luz, un prisma, distintos diafragmas, un soporte de cubetas y un detector con el que se indican, en una pantalla, los valores medidos. Con la ayuda del teclado de usuario y la pantalla LCD es posible un trabajo fácil y sencillo. Un espectrofotómetro también dispone de conexiones como la conexión para la impresora y un puerto USB para un trabajo constante. Según el tipo de instrumento, están incorporados distintos modos de medición como el modo estándar, el modo de concentración, el modo gráfico, el modo de preconexión, etc.
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