La cámara térmica mide en un rango de temperatura de -10 a +400 °C y detecta con precisión los cambios de temperatura a partir de 0,05 °C con una precisión de ±2 %. Dispone de ocho paletas de colores personalizables para una visualización flexible. Un puntero láser integrado facilita la localización precisa del objeto a medir, especialmente en zonas oscuras o de difícil acceso. Al superar un umbral de temperatura previamente definido se activa una alarma, lo que ayuda a identificar eficazmente los puntos anómalos.

La pantalla de 2,8 pulgadas con una resolución de 120 × 90 píxeles y una frecuencia de imagen de 25 Hz ofrece una visualización en tiempo real fluida y detallada. Entre las funciones se incluyen la medición de la temperatura en el punto central, el seguimiento de las temperaturas máximas y mínimas y la medición de la temperatura en una zona definida. La cámara térmica integra también una función de alarma en pantalla. Una tarjeta de memoria y un puerto USB-C permiten transferir datos fácilmente a un ordenador. La potente batería de 2600 mAh permite alcanzar una autonomía de hasta 4 horas.

Gracias a todas estas características, la cámara térmica es una herramienta indispensable para el mantenimiento industrial, la inspección de edificios y el diagnóstico de averías en sistemas eléctricos. Es ideal para controlar las tuberías de un suelo radiante con el fin de localizar rápidamente averías. Nuestra cámara térmica también se utiliza para supervisar máquinas y sistemas, garantizar la calidad en la producción y comprobar sistemas solares e instalaciones eléctricas.