Cabina de luz

Una cabina de luz permite comprobar la percepción del color bajo diferentes condiciones de iluminación. Los productos para los que la coincidencia exacta de color es importante para su uso se comprueban en una cabina de luz, siguiendo así el protocolo del control de calidad. Las diferencias de color se comprueban, por ejemplo, según la norma DIN EN ISO 3668 "Pinturas y barnices. Comparación visual del color de pinturas" o la norma ISO 3664 "Tecnología gráfica y fotografía. Condiciones de observación". Estas normas regulan los procedimientos para distinguir el colorido en términos de cromaticidad (tono), cromaticidad (saturación) y brillo. Los colores se evalúan bajo condiciones específicas de iluminación y visualización. Como la luz natural no es constante y el espectador puede verse influenciado por el colorido del entorno, la luz natural también se simula en la cabina de luz.
La norma DIN EN ISO 3668 dice: "La cabina de luz debe estar preparada de tal manera que no pueda penetrar ninguna luz externa y debe estar iluminada de tal manera que la luz, cuya distribución de energía espectral corresponda al iluminante estándar CIE D65 o al iluminante estándar CIE A, caiga sobre las superficies a comprobar". CIE son las siglas de Commission Internationale d`Eclairage. La CIE es una comisión científica técnica internacional centrada en la luz y la iluminación. La luz normalizada CIE son tipos de luz con características espectrales específicas. Existen las clases A, B, C y D que se utilizan para aplicaciones específicas. La cabina de luz también puede simular muchos otros tipos especiales de luz para la comprobación del color.

Otra organización internacional de normalización es ASTM International, con sede en Estados Unidos. Su norma ASTM D 1729 "Evaluación visual de los colores y las diferencias de color del método de materiales opacos" también se utiliza con frecuencia como base para realizar comparaciones de color. Muchas cabinas de luz cumplen los requisitos especificados en la norma ASTM D 1729.

La Asociación Alemana de la Industria del Automóvil también ha elaborado recomendaciones sobre la medición del color. Su recomendación VDA 280 Apartado 8 trata sobre el muestreo visual del color y la evaluación del color. También describe un método para evaluar los efectos del brillo y aborda el nivel de brillo y la estructura de la superficie. Debido a las condiciones especiales de reflexión para el brillo y el resplandor, se necesita una iluminación difusa y parcialmente difusa en la cabina de luz para este fin. Por razones de reproducibilidad, comparabilidad e independencia de la luz natural, las muestras visuales de color deben realizarse en una cabina de luz con luz artificial D65 en condiciones normalizadas.

Por norma general, se debe utilizar una pantalla difusora para iluminar la cabina de luz, de modo que las superficies que se van a muestrear no reflejen ninguna imagen de la fuente de luz. La distribución espectral de la fuente de luz debe tener en cuenta la transmitancia espectral de la pantalla difusora.
Para garantizar que las condiciones de iluminación en la cabina de luz no varíen como consecuencia del envejecimiento de la fuente de luz, es obligatorio que el fabricante especifique el número de horas que se espera que la fuente de luz funcione. Muchas cabinas de luz incorporan un contador de horas, lo que facilita ese control.

El color de la superficie de la cabina de luz está regulado en la norma DIN EN ISO 3668, donde se indica: "Las paredes interiores de la cabina de luz para uso general estarán recubiertas de un color gris mate (acromático) (proporciones de a* y b* cada una de ellas inferior a 1,0), y con una luminosidad L* de aproximadamente 45 a 55. Sin embargo, si se van a comparar colores principalmente claros y casi blancos, la luminosidad L* puede ser de aproximadamente 65 o superior, para que el contraste de luminosidad con el color que se va a muestrear sea menor. Si se van a comparar principalmente colores oscuros, las paredes interiores de la cabina pueden ser de color negro mate, con una luminosidad L* de aproximadamente 25. (L*, a* y b* se refieren al sistema CIELAB (véase ISO 7724-1).“
Para poder comprobar objetos de diferente brillo en la misma cabina de luz, algunas cabinas de luz disponen de insertos de apertura especiales.

Los objetos pueden parecer del mismo color bajo una determinada fuente de luz, pero tener claras diferencias de color bajo un tipo de iluminación diferente. Este efecto, en el que la uniformidad del color se pierde cuando se cambia la fuente de luz, se denomina metamerismo. Es por ello que se compara el producto final con la muestra en la cabina de luz, usando diferentes tipos de luz que son relevantes para el uso del producto, o bajo la luz de una lámpara de tungsteno. Si al usar una cabina de luz con una luz de tungsteno percibe uniformidad del color es muy probable que no haya metamerismo.

Las muestras bidimensionales planas suelen colocarse horizontalmente en la cabina de luz y se iluminan desde arriba. El ángulo de visión del observador debe ser de 45°. Ciertas aplicaciones requieren otra iluminación y otros ángulos de visión, para lo cual se pueden colocar soportes de muestras adecuados en la cabina de luz. La muestra y el producto final deben estar lo más cerca posible en la cabina de luz para poder reconocer bien las desviaciones de color.

A la hora de seleccionar una cabina de luz es importante que se puedan simular las condiciones de iluminación pertinentes para los objetos de prueba y que la cabina de luz tenga el tamaño adecuado para los objetos que se van a comprobar. Existen cabinas de luz de tipo consola que están abiertas por el lateral. Estas son especialmente aptas para productos grandes que no caben en una cabina de luz convencional.